Proclama a miña alma a grandeza do Señor,
alédase o meu espírito en Deus o meu Salvador”








23.2.09

Orar a pie descalzo


A pie descalzo, Señor. De puntillas, no.

A pie descalzo, calcando la planta desnuda en la arena,

despojados de la sandalia,

así entramos en la aventura de orar, Señor Jesús.

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