Proclama a miña alma a grandeza do Señor,
alédase o meu espírito en Deus o meu Salvador”








31.5.12

Cantad al Señor




Cantad al Señor. porque ha hecho maravillas, 
que lo sepa la tierra entera. 
 Gritad jubilosos, porque él es grande en medio de vosotros.

Is 12,1-6

Escola de catequistas de Pontedeume




El pasado sábado, 19 de mayo, tuvimos la sesión de clausura de este curso marcado por el estudio de la Biblia.Comenzamos con la oración centrada en el texto de la Ascensión, lo proclamamos, reflexionamos y pusimos en común lo que entendimos que el Señor nos pedía: ser sus testigos. Con el canto de “Testigo soy” terminamos nuestro momento de oración.
A continuación D. José Ramón, presentó de una forma muy cordial, como es su manera de ser, a don Eugenio González, Delegado de Catequesis de la Diócesis.
La parte formativa estuvo dividida en dos momentos, en el primero se expusieron los criterios para la lectura de la Biblia: Dios se manifiesta a través de ella e indica cuál es su proyecto para el hombre. El Antiguo Testamento hay que leerlo en la clave de Jesucristo, pues todo él conduce a la manifestación de Cristo.  
Este primer momento terminó con una invitación a leer asiduamente la Biblia personalmente y a celebrarla en la liturgia.

El segundo momento estuvo centrado en la Palabra de Dios en la vida. Fue expuesto por don Eugenio. 
Comenzó compartiendo cómo la Palabra de Dios estaba en la raíz de su opción vocacional: “Sólo tú tienes Palabras de vida eterna”.

Después fue analizando las actitudes ante la Palabra: Amarla, considerarla, vivirla y comunicarla. Para ello indicó un método sencillo: quedarse con una frase y repetirla a lo largo del día o de la semana.  
Cuando se vive en esta dinámica los efectos son manifiestos: Nos hace libres, nos ayuda a relativizar las cosas, a acoger al prójimo, a iluminar los momentos difíciles, resolver dudas y comprender los designio de Dios sobre nuestra vida.  
Continuando con la comunicación de experiencias compartió con el grupo que en su vida de consagrado hubo un momento de especial significación: cuando entró a formar parte de un grupo en el que se leía la Palabra, se compartía y se ponía en común los efectos que esta producía en el comportamiento.  
La Palabra es luz, fuerza, alimento,… acudamos frecuentemente a ella.

A continuación expuso una realidad gozosa de la Diócesis: 
“Red conexión catequistas”
A través del correo electrónico la Diócesis brinda el servicio de acompañamiento y formación (tanto en ser, como en el saber y el saber hacer) a los catequistas de la Diócesis (actualmente más de 1.800 personas están conectados). Es un gran servicio de comunión y una apuesta por la formación.  

D. José Ramón clausuró esta Escuela de Catequistas con palabras de agradecimiento a todos los presentes, que a lo largo del año acudieron fielmente y como no, a Manuela y Luis Miguel, y de manera especial a Eugenio, por su trabajo diocesano, por su presencia hoy aquí y por el compartir tan entrañable que nos ha hecho. Y, en línea con su generosidad, D. José Ramón obsequió a todos los presentes el libro de “Los evangelio y los Hechos de los Apóstoles” con la traducción actual de la Conferencia Episcopal. Un broche extraordinario.

¡Gracias!

5.5.12

Igrexa en marcha, maio





Señor resucitado


Cristo resucitado, 
tu corazón exulta y tu alma se regocija, 
consuela a todos los que viven en la pena.

Señor resucitado, 
tú vienes a transfigurar nuestras personas, 
enciende en nosotros el fuego de tu amor.

Señor resucitado, 
en ti nuestra resurrección ya ha comenzado sobre la tierra, 
 enciende en nosotros el fuego de tu amor.

Señor resucitado, 
tú vienes a colmarnos con la paz del corazón, 
enciende en nosotros el fuego de tu amor.

Señor resucitado, 
tu Espíritu quema en nosotros la tristeza, 
enciende en nosotros el fuego de tu amor.

Señor resucitado, 
tú vienes para reunirnos en tu Cuerpo, la Iglesia, 
enciende en nosotros el fuego de tu amor.

Escola de catequistas




El pasado sábado, 21 de abril, tuvimos la dicha de participar en otra sesión formativa sobre la Biblia. Comenzamos manifestando el gozo de la Resurrección con un canto-oración, “Hoy el Señor resucitó”, cantando de manera vibrante y muy sentida.
El tema de formación de hoy era complicado, el que más dificultad había tenido, y no era para menos, en el tiempo de la Iglesia (después de estudiar los Hechos y las Cartas) íbamos a trabajar el Apocalipsis.

Comenzamos señalando que Apocalipsis significa: Revelación y que es el único profético del Nuevo Testamento.
Y ya se nos adelantó su finalidad: "Quiere revelar el significado de la historia, de los acontecimientos que están pasando en la vida del hombre, de la Iglesia y del mundo" y que en él domina la idea de la segunda venida de Cristo (cf. 1, 1 y 7; I Pedro 1, 7 y 13).
Y nos detuvimos especialmente en la finalidad de consolar a los cristianos en las continuas persecuciones que los amenazaban (2, 9), despertar en ellos "la bienaventurada esperanza" (Tito 2, 13): la espera del “Gran día de Yahvé” y de preservar a las Iglesias de las doctrinas falsas de varios herejes que se habían introducido. (2, 6; 2, 1).

Después nos acercamos a su autor, Juan, siervo de Dios (1, 2) y a la fecha de publicación hacia el año 96. Se escribe en un momento de violentas persecuciones en contra de la Iglesia naciente.
Para comprenderlo en profundidad analizamos lo que era el género literario apocalíptico y su característica fundamental: el simbolismo.
Realizamos un recorrido por los símbolos más significativos: de animales, de astros, de colores, de plantas, de personajes… leyendo cada uno de los símbolos en el texto y comentando su significado.

Terminamos dialogando sobre diferentes dificultades que encontramos en su lectura. Y como no con la invitación a leerlo y orarlo.

Y después la consabido convivencia en torno al roscón, el café y a las experiencias personales, especialmente las vivencias de la Pascua. D. José Ramón, como siempre animando a la participación, sugirió la presencia de D. Eugenio González para la próxima reunión del 19 de mayo, los asistentes acogieron esta propuesta con entusiasmo y aunque conscientes de las plurales ocupaciones de D. Eugenio piensan que puede hacerse presente para hablar de cómo llevar la Palabra de Dios a la vida. ¡Le esperamos!