Proclama a miña alma a grandeza do Señor,
alédase o meu espírito en Deus o meu Salvador”








13.12.08

Domingo 14 de diciembre


En medio de vosotros hay uno que no conocéis




Juan 1, 6-8. 19-28

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran:

- "¿Tú quién eres?"

Él confesó sin reservas:

- "Yo no soy el Mesías."

Le preguntaron: - "¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?"

El dijo: - "No lo soy."

- "¿Eres tú el Profeta?"

Respondió: - "No."

Y le dijeron:

- "¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?"

Él contestó: - "Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías."

Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:

- "Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?"

Juan les respondió: - "Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia."

Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.

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